En el último tiempo, las denuncias por acoso y abuso sexual contra hombres poderosos se replicaron en el mundo. Los casos de Bill Cosby, Roger Ailes y Harvey Weinstein fueron algunos de los más resonantes porque sus víctimas lograron que fueran juzgados y/o expulsados de sus cargos, pero no siempre fue así. ¿Por qué las víctimas se animaron a visibilizar sus experiencias? ¿Cómo se logró que la condena social ya no recaiga sobre las mujeres?
Fuente: Telam