Con más de 40 años de historia, se viene uno de los eventos botánicos y culturales más importantes del NEA. Del 8 al 12 de octubre, el público podrá recorrer seis hectáreas de exposiciones, ferias, espectáculos y experiencias.
Montecarlo ya se prepara para recibir a miles de visitantes en una de sus celebraciones más emblemáticas. Del 8 al 12 de octubre de 2025, el tradicional Parque Vortisch será escenario de la 34ª edición de la Fiesta Nacional de la Orquídea y la 41ª Fiesta Provincial de la Flor, dos eventos que se han convertido en un verdadero símbolo de identidad cultural y turística para la localidad y la provincia de Misiones.

Durante cinco jornadas, la ciudad se vestirá de gala con un programa que combina espectáculos, tradición y naturaleza. Habrá música en vivo, presentaciones artísticas y elección de reinas, que darán brillo a las noches de celebración.
El corazón de la fiesta estará, como siempre, en la exposición y concurso de orquídeas y bromelias, donde cultivadores, coleccionistas y amantes de estas especies podrán admirar ejemplares únicos que destacan por su belleza y diversidad. También se desarrollarán charlas y capacitaciones para quienes buscan profundizar sus conocimientos sobre el mundo de la floricultura.
El evento está pensado para toda la familia. Niños, jóvenes y adultos encontrarán actividades recreativas, además de un sector gastronómico y una variada feria comercial y artesanal, que completan la propuesta.
Montecarlo, conocida como la “Capital de la Flor”, vuelve a florecer con un encuentro que atrae a turistas de la región y del país, consolidándose como una cita imperdible en el calendario de fiestas nacionales.

Una tradición que crece cada año
La Fiesta Nacional de la Orquídea y la Fiesta Provincial de la Flor constituyen una tradición que se repite año tras año y que ha sabido instalarse como uno de los principales atractivos culturales de Misiones. La edición 2025 refuerza esa impronta: cinco días donde la ciudad de Montecarlo se transforma en un gran escenario natural y artístico que conjuga lo mejor de la identidad local con el magnetismo de sus flores.
El hecho de que ambas celebraciones se realicen de manera simultánea genera una sinergia especial. La combinación de la Fiesta Nacional de la Orquídea con la Fiesta Provincial de la Flor multiplica la convocatoria y refuerza la proyección turística de la localidad, que recibe visitantes de distintos puntos del país y de la región.
Cada jornada propone un recorrido distinto. El visitante no solo se acerca para contemplar flores, sino que también se encuentra con espectáculos, ferias y propuestas recreativas que aportan dinamismo y variedad a la experiencia. De esa manera, la fiesta se convierte en un espacio plural, abierto y con múltiples atractivos.
El encanto de las orquídeas y bromelias
El rasgo central de la fiesta se encuentra en la exposición y concurso de orquídeas y bromelias. Allí se aprecia la riqueza y la diversidad de especies que forman parte de la tradición local.
Los ejemplares que se exhiben no son comunes: cada flor refleja el cuidado de cultivadores y coleccionistas que dedican tiempo y esfuerzo para mantener especies únicas. La muestra es, por lo tanto, un espacio de contemplación estética, pero también de valoración del trabajo detrás de cada planta.
La competencia entre cultivadores agrega un matiz especial. El concurso permite destacar aquellas especies que se distinguen por su rareza, su tamaño, su forma o su color. Al mismo tiempo, genera un espíritu de superación y de orgullo entre los participantes, que ven en la fiesta un espacio de reconocimiento a su pasión.
El atractivo de las orquídeas y bromelias trasciende a los especialistas. Los visitantes, sin necesidad de tener un conocimiento técnico profundo, pueden disfrutar del espectáculo visual y sensorial que ofrecen las flores. Esa combinación entre saber técnico y encanto popular explica en gran medida el éxito sostenido de la celebración.

Música, arte y elección de reinas
La agenda de la fiesta no se limita a las flores. Cada noche, Montecarlo se ilumina con espectáculos musicales y presentaciones artísticas que dan marco a la celebración. El escenario principal se convierte en un punto de encuentro donde artistas locales y regionales ofrecen propuestas variadas.
La música en vivo crea un ambiente festivo que complementa el espíritu de la exposición. La presencia de grupos musicales y presentaciones artísticas contribuye a que la experiencia sea integral, combinando naturaleza, cultura y entretenimiento.
Uno de los momentos más esperados es la elección de reinas. Este tradicional certamen, que acompaña la fiesta desde hace años, aporta brillo y simbolismo a las jornadas. La coronación de las soberanas constituye un rito que refuerza el sentido de pertenencia y de continuidad generacional de la fiesta.
Montecarlo, Capital de la Flor
Montecarlo no solo organiza una fiesta: proyecta su identidad como Capital de la Flor. Este título resume el vínculo profundo que la ciudad tiene con la naturaleza y con la tradición florícola.
La realización de la fiesta refuerza esa identidad y la proyecta hacia el turismo. Cada año, el evento atrae a visitantes de la región y del país, consolidando a Montecarlo como un destino obligado en el calendario de celebraciones nacionales.
El impacto de la fiesta trasciende lo cultural. También se proyecta en lo económico, ya que el movimiento turístico genera oportunidades para emprendedores, comerciantes y prestadores de servicios locales. Así, la fiesta se convierte en un motor de desarrollo que fortalece a la comunidad.
Una cita imperdible en el calendario de fiestas nacionales
La Fiesta Nacional de la Orquídea y la Fiesta Provincial de la Flor se han ganado un lugar destacado dentro del calendario de celebraciones argentinas. Su combinación de naturaleza, cultura y tradición la convierte en un evento único que cada año suma nuevos visitantes.
La edición 2025 promete repetir esa fórmula de éxito. Durante cinco días, Montecarlo florecerá con todo su esplendor, ofreciendo una experiencia que conjuga belleza natural, espectáculos artísticos y un fuerte sentido de identidad comunitaria.
Quienes visiten la ciudad entre el 8 y el 12 de octubre encontrarán un espacio de encuentro y celebración, donde cada rincón del Parque Vortisch será testigo del espíritu festivo que caracteriza a esta cita.