Gustavo Petro y Rodolfo Hernández llegan al balotaje presidencial de este domingo con similares propuestas para los movimientos de mujeres y diversidades pero también allí dividen aguas, quienes reivindican un rol activo de participación femenina se inclinan por el primero, mientras que expresiones del movimiento “por la vida” y católicas apoyan al empresario, pese a su apoyo al acceso al aborto.
Ciudad Bolívar es una localidad popular del sur de Bogotá, a la que el transporte público llega con menos frecuencia y que los taxistas tratan de evitar. Son barriadas enteras de casas con fachadas coloridas que pintan una parte de los cerros de la ciudad y a las que se accede principalmente por un teleférico. En la última estación, Paraíso, está Karem Osorio Palacios, una artista y educadora negra afro que comentó a Télam cómo las mujeres lideran los movimientos reivindicativos en esa zona.
“Acá hay mujeres diversas que vienen de distintas partes de Colombia, muchas a causa del conflicto armado. Cuando empezó a crecer esta localidad, en la defensa del territorio eran las mujeres las que estaban al frente”, comentó a Télam Karem, quien trabaja en un museo del barrio que recupera la historia local.
Ciudad Bolívar nació del conocido «Paro Cívico de 1993» al que califican de «hito de la resistencia colectiva» y en el que los habitantes de la ciudad se «levantaron» para denunciar la «exclusión», explican las paredes del museo.
“La mayoría de las organizaciones que hay en la localidad las lideran mujeres, muy diversas” y por eso las expresiones durante el 8M son “muy fuertes” en la localidad, comentó la educadora.
En aquellos tiempos, y también de otra forma ahora, los niños no tenían acceso a la educación, jardines y cuidado; el tema de la educación sexual; el cuidado del hogar pero también del entorno y de que las demás estuvieran bien. A raíz de esto se proponen jardines comunitarios, avenidas, parques, casas y la escuela comunitaria”, explicó Osorio Palacios.
Luego de los años, el barrio fundó su propio museo que hoy es un espacio mixto, con apoyo estatal local pero también con actividades autónomas, impulsadas por las mujeres locales. Si bien el espacio no tiene expresiones partidarias, al dialogar con quienes lo transitan el apoyo a Petro es generalizado.
En otro orden, a nivel de propuestas de alcance nacional, Juliana Hernández comentó la propuesta de la campaña Paridad Ya que ella integra y que tiene por objetivo la redistribución del poder y el aumento de la participación y la representación de las mujeres en Colombia.
Télam consultó su parecer sobre las dos propuestas de paridad que ambos candidatos tienen en sus programas. “En términos nominales es la misma” ya que los dos proponen un “gabinete paritario” pero que además del “reconocimiento es necesaria la redistribución”, señaló.
“La mayoría de las organizaciones que hay en la localidad las lideran mujeres, muy diversas”
Karem Osorio Palacios
“La paridad no solamente pasa por medidas de reconocimiento, sino que también pasa por medidas de cómo esa paridad y cómo esas medidas de reconocimiento logran mayor redistribución y mayor representación. Yo creo que ahí radica la diferencia principal”, agregó.
Juliana Hernández reconoce la importancia de contar con dos mujeres en las fórmulas presidenciales, Francia Márquez, del Pacto Histórico, y Marelen Castillo, por la Liga de Gobernantes Anticorrupción, pero consideró que esta última tiene grado mayor de “invisibilización” y que se “desconoce” exactamente lo que piensa.
En cambio, sostuvo que “Francia Márquez es sin lugar a dudas el fenómeno político de estas elecciones”. Para la activista, la vice de Petro “desafía a un sistema patriarcal, machista, clasista donde la socialización de la pobreza ha dejado a las mujeres negras en un espacio de sumisión, de opresión, de violaciones de derechos humanos”, dijo.
Viviana de 23 años coincide con esa visión sobre Márquez. Mientras viajaba en un colectivo por Bogotá previo a la elección dijo a Télam que votará por Gustavo Petro y se detuvo especialmente en hablar de su vice, Francia Márquez, porque “lucha y quiere seguir luchando para que muchas personas no pasen lo que ellas pasaron”.
La jóven negra aseguró que si bien se define como “privilegiada” porque no vivió lo que Márquez en la comunidad en donde nació» esa postura «me parece muy chévere”.
En la Plaza Bolívar, en el centro histórico de la ciudad capital, Araceli de 78 años y su amiga de 64, miraban una procesión “por el Santo Rosario”, le dijeron a Télam que “hay que ir a votar” mañana, ellas lo harán por Rodolfo Hernández, aunque con reservas.
“Hernández es el menos malo, nadie es perfecto, todos pecamos”, dijo una mientras la otra agregó: “Se perdieron los valores. Jesucristo es la cabeza de la Iglesia, entonces el varón es el jefe del hogar, tiene que volver a ser la cabeza de la familia”.
Luego Araceli acotó que es necesario “que las mujer ame a su esposo y que sea sumisa, que su esposo la ame. Ahí está el amor siempre, en las familias”.
Dos jóvenes mujeres de 35 años caminan por el barrio La Candelaria con carteles y pecheras con la consigna “Referendo por la vida” y “La vida es vida”. Juntan firmas para dos iniciativas de referendos; uno “por la vida, que lo que busca es modificar el artículo 11 de la constitución para que todo ser humano, aún desde la concepción, se lo reconozca como ser humano”, y otro “para que se le respete la objeción de conciencia a los médicos”. Dijeron que no reciben apoyo de instituciones partidarias o religiosas. Doris y Angélica votarán mañana pero decidieron mantener su elección en reserva.
Rocío integra la organización popular de mujeres La Sureña, que desde hace diez años trabajan “especialmente dos cosas: educación, con procesos de alfabetización y una escuela política feminista principalmente con señoras adultas; y comunicación popular, en radio, intervenciones en streaming y una revista”, comentó.
Su activismo se concentra en la zona suroeste de Bogotá y si bien históricamente las mujeres que participan habían decidido en tanto colectivo no alinearse con opciones partidarias, Rocío dijo a esta cronista que cambiaron de parecer desde que Francia Márquez se postuló como candidata.
“Nosotros sabíamos de Francia ya desde hace años. Ella nos refiere a una democracia participativa y comunitaria. No es que llegó ahorita, sino es la Francia que conocíamos antes. No solamente porque se había ganado el Premio (de la Fundación Goldman por su lucha ambiental en Cauca) sino porque ya era una figura importante”, comentó.
Y concluyó: “Las denuncias que ella ha hecho por minería ilegal y contaminación de los ríos ha hecho que ella sea una mujer popular y que entiende la situación de las mujeres, pues eso nos hace a nosotras pues acompañarla en su proceso”.