A tres días después de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la escalada de precios se convierte en un tema central en Argentina luego de que la moneda nacional se devaluó un 22%. En ese sentido, Liliana Thoux, gerente de un supermercado de Posadas, comentó sobre su situación.
«No es por ocurrencia sino por mandato de nuestros proveedores», dijo respecto al alza de precios. Puntualizó que la empresa observó incrementos mensuales que rondaban entre un 6 y un 7% los últimos meses. «Nos mandaron listas de un 7% para agosto y ayer nos comunicaron que debíamos remarcar en papelería y varios productos un 17% más».
Además, contó que algunos proveedores no pudieron cumplir con sus entregas del día de ayer debido a la necesidad de actualizar sus precios y detalló que ciertas fábricas, como las de azúcar y harina, no están tomando pedidos en estos momentos. En referencia a un caso particular, afirmó que «el aceite, casi todo el año, fue un problema conseguirlo».
También comentó que en los productos lácteos de consumo habitual, «hubo un aumento general por la devaluación, pero los proveedores informaron que las entregas serán normales, aunque no exageradas, porque ellos también están a la expectativa de más ajustes», indicó.
En esa línea, comentó que la producción propia de panificados de la empresa también se vio afectada, a pesar de haber adquirido harina antes de la suba.
Frente a la inquietud sobre la reacción de la clientela, la gerente mostró su preocupación. «Todo lo de primera necesidad subió a lo que devaluó el dinero, 22,5% y más». En relación con la respuesta del comercio en el que trabaja, dijo: «Decidimos tomar un aumento del 15% por ahora para ver qué pasa, pero creemos que habrá más ajustes».
“Estamos en la puerta de una hiperinflación con una deflación porque la gente venía consumiendo menos porque se nota que los salarios no rinden”, añadió.