San Pablo, la mayor ciudad de Brasil y de Sudamérica, registró hoy un récord diario de muertes por coronavirus y se detendrá desde mañana hasta el domingo con la anticipación de feriados de otros meses para facilitar el aislamiento voluntario de la población y evitar el colapso del sistema sanitario en la urbe del país más impactada por la pandemia.
Lo decidió el intendente de San Pablo, Bruno Covas, quien promulgó una ley municipal aprobada por la cámara de concejales destinada a anticipar para mañana y el jueves los feriados de Corpus Christi, 11 de junio, y del Día de la Conciencia Negra, el 20 de noviembre.
El viernes habrá asueto para la administración pública y feriado optativo para la actividad privada.
San Pablo registró hoy 324 muertos en las últimas 24 horas, un récord, llevando las víctimas fatales a 5147, con 65.995 casos.
La decisión fue una alternativa al aislamiento obligatorio con circulación prohibida, una medida a la que por ahora se resiste el gobernador paulista, Joao Doria, un aliado de Covas, ambos del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Los dos están enfrentados al presidente Jair Bolsonaro por la forma de encarar la pandemia, teniendo en cuenta que el presidente se niega a aceptar el cierre del comercio que la mayor parte del país decidió para evitar los contagios.
“El objetivo es que las personas se queden en sus casas y la ciudad pueda aumentar el nivel de aislamiento y evitar el colapso del sistema sanitario”, dijo Covas.
La mayor ciudad sudamericana registra 2.856 fallecimientos por la Covid-19, y su sistema de hospitales, en algunos lugares, ya está al 100% de ocupación en las camas de unidades de terapia intensiva (UTI).
La Bolsa de Valores de San Pablo informó que el mercado financiero de acciones en el índice Bovespa trabajará normalmente.
El estado de San Pablo, principal motor económico de Brasil, al que le aporta un tercio del PBI, con 46 millones de habitantes, superó a China y México en cantidad de fallecidos.
Si fuera un país, sería el decimotercero en cantidad de fallecidos por la Covid-19.
El sistema de inteligencia artificial mediante teléfonos celulares de abril y mayo arrojó que la mayor parte de los días hábiles el aislamiento lo cumple menos del 50%, contra el 70% que recomiendan los infectólogos y matemáticos que asesoran a los paulistas y paulistanos.
Para ampliar el «feriadazo», el gobernador Doria envió un proyecto de ley para anticipar el 9 de julio, feriado regional por la llamada Revolución Contitucionalista de 1932, para el próximo lunes, que debe tratar la Asamblea Legislativa.
El intendente Covas había advertido que la ciudad estaba «cerca del colapso» hospitalario.
Tres hospitales de campaña se levantaron en San Pablo: uno en el centro de deportes Gimnasio de Ibirapuera, otro en el estadio de fútbol municipal Pacaembú y el tercero en el centro de exposiciones Anhembí.
El gobernador Doria anunció mayores controles en las rutas hacia las ciudades del litoral como Santos, Guarujá, Sao Sebastiao Ubatuba y Caraguatatuba para impedir que los residentes en la región metropolitana de San Pablo -donde viven 20 millones de habitantes- se vuelquen a las playas en este otoño seco y con pronóstico de sol y 28 grados para los próximos días.
El Gran San Pablo es la región más crítica: la capacidad de las UTI está en 88%.
«El virus está venciendo», dijo en conferencia de prensa Dimas Covas, coordinador del Centro de Contingencia del Coronavirus. San Pablo tiene un conflicto político frente a la pandemia.
Doria, un ex aliado de Bolsonaro, se enfrentó en los últimos meses en forma muy dura con el mandatario y es un considerado un potencial rival del mandatario en los comicios de 2022.
Es por ello que el bolsonarismo paulista todos los sábados y domingos -se espera que lo hagan los feriados- protestan pidiendo el juicio político de Doria en las calles.
En abril lo hacían a pie en la avenida Paulista y ahora lo hacen en caravanas de automóviles y camionetas, repitiendo el slogan de Bolsonaro de que los gobernadores y alcaldes serán los responsables por la crisis económica.
En San Pablo la cuarentena rige desde el 24 de marzo, pero a diferencia de Argentina no existe obligatoriedad de cumplirla: las industrias fueron autorizadas a funcionar, así como servicios de delivery de comidas, transporte público, panaderías, talleres mecánico y farmacias.
Las clases están suspendidas al igual que en todo Brasil.
Fuente: Telam