Cuatro partidos políticos y tres movimientos civiles opositores de Nicaragua firmaron este jueves los estatutos que regirán la Coalición Nacional, la fuerza política que enfrentará en las próximas elecciones previstas para 2021 al presidente Daniel Ortega.
La firma de los estatutos se da luego de cuatro meses de discusiones desde la creación de la Coalición Nacional, y tras dos años de intentos infructuosos de adelantar las elecciones de 2021, tras un estallido social de 2018 que dejó cientos de muertos, detenidos y miles de heridos.
«Hoy presentamos el compromiso de la Coalición Nacional para trabajar unidos con el propósito construir una nueva Nicaragua, basada en una visión compartida de nación, con principios y valores éticos, que comprometen a sus miembros a deponer intereses particulares y trabajar por un país con libertades, justicia, seguridad, prosperidad y en democracia», señaló la opositora Anexa Alfred, en el anuncio de la firma.
La coalición fue firmada por representantes de las iniciativas civiles Unidad Nacional Azul y Blanco, Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, el Movimiento Campesino, así como los partidos Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Partido de Restauración Democrática (PRD), y el partido indígena Yatama («Hijos de la madre tierra» en lengua miskita).
Los representantes políticos coincidieron en que Ortega debe salir del poder por la vía pacífica, en elecciones «libres, justas, observadas y transparentes», no sin que antes sean liberados cerca de 90 «presos políticos» que siguen convictos, y se restablezcan las libertades constitucionales.
También en que se garantice el respeto de los derechos humanos, el retorno seguro de más de 100.000 exiliados, y reformas electorales «profundas», informó la agencia EFE.
Los estatutos de la Coalición Nacional otorgan sillas en el Comité Nacional a cada organización integrante, en cargos que serán rotativos, siempre que los delegados respeten los intereses del sector al que representan para eliminar «el caudillismo y la reelección».
Asimismo, crean condiciones para que sean respetados los derechos humanos y la Constitución de Nicaragua, de tal manera que ninguna persona permanezca en el poder más tiempo del que le corresponde, y evitar manipulaciones desde la oposición.
Los opositores recordaron que la pobreza de Nicaragua se debe a que una sola persona, en este caso Ortega, ha dominado el país en los últimos 40 años, primero como coordinador de una Junta de Gobierno (1979-1985), luego como presidente (1985-1990), después como líder de la oposición (1990-2006), y otra vez como mandatario a partir de 2007.
La noticia se conoce un día después de que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, urgiera a los miembros del organismo a declarar que en Nicaragua se ha producido una ruptura grave del orden democrático, algo que de producirse podría desembocar en la suspensión del país centroamericano como miembro del organismo.
Y de que el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, el embajador Michael Kozak, dijo que esperan que Nicaragua resuelva la crisis sociopolítica que atraviesa desde abril de 2018 con unas elecciones libres y justas.
«Los EE.UU. está trabajando con la @OEA_Oficial para resolver la crisis en Nicaragua mediante reformas electorales y elecciones libres y justas en 2021», señaló el subsecretario de Estado en un tuit difundido por la embajada estadounidense en Managua.
«El régimen de (Daniel) Ortega debe dejar de reprimir a sus ciudadanos, restaurar la democracia y cumplir sus compromisos internacionales», añadió Kozak.
Fuente: Télam