El panorama en la yerba mate es preocupante: a la sequía más fuerte en más de 50 años años se le sumó en las últimas semanas los incendios. Ambos componentes terminaron por generar una crisis ambiental y económica cuyas consecuencias hoy son imposible de diagnosticar.
Jonas Peterson, integrante del directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), sostuvo que «no existen precedentes» de una situación como la actual y reveló que hay plantaciones recientes que se perdieron totalmente.
Descartó que exista desabastecimiento de yerba este año y dejó entrever que es muy poco probable que eso suceda en 2023. Sin embargo, reconoció que esta crisis puede plasmarse en la demanda de hoja verde.
Pese a la sequía e incendios, garantizan el abastecimiento de yerba mate
