La reacción no se dilató y desde ayer la comisaría Tercera de Eldorado tiene nuevos jefes. A la cabeza fue designado el comisario Alfredo Miguel Valenzuela, en reemplazo del subcomisario Ramón Oscar Albino, quien cumplió diez meses al frente de la seccional de la que durante la madrugada navideña se escaparon nueve detenidos, tras forzar una puerta de pabellón y huir sin ser vistos.
La decisión de reemplazo fue concretada ayer, se registró a la par que los rastrillajes detrás de la recaptura de todos los fugados se profundizaron y permitieron atrapar al tercero de lo nueve buscados.
En el barrio Durian fue descubierto dentro de una vivienda ajena uno de los evadidos. Tiene 33 años y al notar que investigadores policiales rondaban la zona, se ocultó en una casa sin ser invitado a ingresar.
Vale aclarar que de los nueve escapados, dos dieron positivo a los test de COVID-19 realizados esta semana luego que se conociera que uno de los compañeros de celda se había contagiado.
Este contexto de pandemia obligó a que ocho policías de la misma dependencia también fueran aislados por contacto estrecho con el primer caso positivo.
Vale recordar que los nueve fugados formaban parte de un grupo de 31 presos investigados por delitos varios. De los dos pabellones de la Tercera, la mayoría fue alojada en el B luego que trascendería el primer positivo.
A las 4 del viernes aproximadamente, forzaron los pasadores de una puerta de la dependencia y abrieron un ventiluz por el que saltaron a la guardia de la comisaría y desde allí a la calle con destinos inciertos. Ninguno de estos movimientos fue advertido por los “llaveros” de turno.
Todas la actuaciones son comunicadas y ordenadas por la jueza de Instrucción 2, Nuria Allou, de la Tercera Circunscripción Judicial.
Antecedente
En febrero de este año y tras dos meses de intervención, Ramón Albino había asumido la máxima responsabilidad en la comisaría Tercera.
El 10 de diciembre de 2019, del mismo lugar se escaparon tres detenidos a delitos federales, causas por violación a la Ley 23.737.
Esto provocó traslados de varios uniformados con los sumarios correspondientes ya que la fuga se produjo sin que se rompiera o forzara ninguna cerradura o pasador de puertas de rejas. Los candados fueron abiertos con llaves.
De los primeros datos surgidos de la investigación, no habría evidencia de complicidad de los guardias en la fuga. Lo que sorprende a las autoridades es la “negligencia absoluta” que facilitó el escape de nueve presos.
Fuente: Primera Edicion